Cuidado dental infantil: 10 errores comunes que cometen los padres
Muchos padres no son conscientes de que la salud bucal puede impactar la salud y bienestar general de los niños. Por ejemplo, si el niño sufre un dolor crónico debido a la caries y no se trata, éste puede afectar el habla y los hábitos alimenticios. También afectará su rendimiento escolar y su vida personal.
¿Cuáles son los errores comunes que hacemos los padres y que afectan la salud dental de nuestros hijos?
- No cuidar los dientes de leche – Muchos creen que los dientes de leche no necesitan atención porque se caerán muy rápido. No obstante, las mismas infecciones que sufren los dientes de leche se transmiten a la dentición permanente. Por eso es muy importante que los niños adquieran buenos hábitos de higiene oral desde la infancia y, además, que los dientes de leche que tengan caries sean restaurados.
- No tratar las caries – La caries es una enfermedad infecciosa y transmisible. No sólo hay que tratar las infecciones bucales de los más pequeños, sino también las de los padres, hermanos mayores y las personas que los cuidan.
- Retrasar la primera consulta al dentista – Es recomendable que la primera visita se realice a los 12 meses. El profesional hará una revisión de dientes y encías, verá si existen caries del biberón, se evaluarán posibles problemas como mordida cruzada, abierta o alteraciones de crecimiento.
- No acudir de forma periódica al dentista – Para mantener una salud óptima, los pequeños deberían acudir al dentista por lo menos dos veces al año.
- Usar pasta dental sin flúor – El flúor es un mineral que refuerza el esmalte dental haciéndolo más resistente a la caries. (En este artículo descubrirás qué pasta de dientes deben utilizar los niños y las cantidades recomendadas para cada edad.)
- No ayudarles con el cepillado – A partir de los 7 u 8 años los niños son capaces de cepillarse correctamente los dientes, pero mientras tanto deberíamos ayudarles a llegar a las zonas más inaccesibles, como las muelas o caras internas.
- No limpiar la lengua – Al igual que cepillamos nuestros dientes, es recomendable también dar un ligero raspado a nuestra lengua para eliminar las numerosas bacterias que se depositan sobre ella.
- No usar el hilo dental – La limpieza con hilo dental es una parte esencial de cualquier rutina de cuidado bucal. Ayuda a eliminar la placa que hay entre los dientes, en zonas a las que el cepillo de dientes no llega.
- Darles demasiados alimentos y refrescos dulces – Cuanto menos dulce sea la comida y la bebida de los niños, mucho mejor, tanto para prevenir la caries como la posible diabetes infantil.
- No dar ejemplo – Al cuidar nuestros propios dientes el niño recibirá el mensaje de que la salud bucal es algo importante e imitará nuestra conducta.