Chuparse el pulgar

Chuparse el pulgar es un reflejo natural en los bebés que les hace sentirse seguros y contentos. Además, chuparse los dedos u otros objetos es una conducta que les ayuda a conocer el mundo que les rodea. Los niños pequeños también pueden chuparse para calmarse y dormirse antes. Los chupetes pueden ejercer, esencialmente, el mismo efecto en los dientes que chuparse el pulgar, pero suele ser un hábito más fácil de romper.

Por regla general, los niños de edades comprendidas entre los dos y cuatro años de edad dejan de succionar los dedos, o en el momento en que los dientes frontales permanentes están listos para salir. No obstante, si con la aparición de los dientes permanentes el niño sigue con esta costumbre, se puede ver afectada la adaptación de los mismos y el buen desarrollo de la boca. Asimismo, si los niños se meten el pulgar en la boca pasivamente, tienen menos probabilidades de tener dificultades que los que succionan el pulgar enérgicamente. Si observas cambios en los dientes de leche del niño o te preocupa su costumbre de chuparse el pulgar, no dudes en consultarlo con el dentista.

Consejos para ayudar a tu hijo a romper con la costumbre de chuparse el pulgar:

  • Elogia a tu hijo por no succionar.
  • La mayoría de las veces los niños se chupan el pulgar cuando se sienten inseguros o necesitan ganar en comodidad. Céntrate en corregir la causa de la ansiedad y proporciónale consuelo.
  • En caso de un niño algo mayor, implíquele en la elección del método para romper con la costumbre.
  • El dentista puede ayudar a tu hijo explicándole bien lo que podría suceder si no deja de chuparse el pulgar.
Si los consejos anteriores no funcionan el odontopediatra podrá recomendarle  también una medicina amarga para cubrir el pulgar o bien el uso de un aparato bucal en una fase temprana del crecimiento corporal u óseo.

6 tips para que el verano no dañe la salud bucodental de tus hijos

La llegada del verano rompe con la rutina de los más pequeños y lo que menos nos gustaría es que volvieran de vacaciones con problemas bucales. Para evitarlo, desde nuestra clínica recomendamos seguir los siguientes consejos:

  • ¡Cuidado con los helados y refrescos ya que aumentan el riesgo de caries! Los niños deberían llevar una alimentación sana y equilibrada que permita un correcto equilibrio de nutrientes y que repercuta en la buena salud bucal.
  • ¡Evitar el estrés, para prevenir hábitos nerviosos! Preparar maletas, llegar a tiempo al aeropuerto, desplazamientos, etc. hacen que los niños se sientan nerviosos y que tengan gestos nerviosos (como morderse las uñas), que a la larga ocasionan lesiones, tanto a los dientes como a nivel de la articulación de la boca
  • ¡Hay que beber mucha agua y mantener una dieta rica en frutas y verduras! De esta forma evitaremos problemas de deshidratación y sequedad bucal que puede provocar caries y enfermedad de las encías.
  • Cepillado. No importa si estáis en la playa o fuera de casa, hay que cepillarse los dientes después de cada comida. Si no lleváis los cepillos, recomendamos beber agua o masticar chicle sin azúcar. Os ayudará a salivar y a reducir el riesgo de caries.
  • Férula para los pacientes con bruxismo. Es muy importante que aquellos que sufren de bruxismo (rechinar o apretar los dientes) no se olviden de su férula de descarga para no dañar su salud dental.
  • Urgencias dentales. Los peques están muy expuestos a tener accidentes. Recuerda que cualquier lesión o herida que pueda aparecer debe ser tratada lo antes posible para evitar que desemboque en problemas más serios y soluciones más costosas.

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7 hábitos que dañan los dientes de los niños

El cuidado de la boca no empieza con la primera caries. Es importante vigilar la salud de los dientes desde el primer momento. Pues, prevenir problemas dentales es mucho más sencillo que curarlos. Como padres tenemos el deber de enseñarles los buenos hábitos de higiene bucal, pero también debemos ayudarles a eliminar los malos hábitos que dañan sus dientes. Nuestro ejemplo, como en todo, es imprescindible.

Para que tu peque disfrute de una buena salud dental, hemos de evitar los siguientes hábitos:

  • Chuparse el dedo. Para los bebés y niños pequeños, chuparse el dedo es algo normal. Lo hacen desde que están en el útero y hasta los tres años. A partir de entonces pueden surgir numerosos problemas como deformación del paladar, desplazamiento de los dientes anteriores y posteriores, etc. Por eso es fundamental tratar de retirar este hábito lo antes posible.
  • Usar el chupete demasiado tiempo. Los dentistas recomendamos retirar el chupete antes de los dos años de edad para evitar que provoque la desviación de los dientes delanteros, provocando la mordida abierta.
  • Morder lápices, bolígrafos u otros objetos. Es un hábito muy nocivo, tanto para los niños como para los adultos, ya que introduce bacterias en la boca y desgasta la superficie del diente de forma prematura lo que puede dar lugar a fracturas.
  • Emplear pastas de dientes con excesivo flúor para su edad. El exceso de flúor puede provocar fluorosis, una condición que crea manchas blancas o marrones en los dientes de los niños. Los niños siempre tienen que usar una pasta de dientes especial para ellos, con la dosis de flúor adecuada para su edad.
  • Consumo excesivo de bebidas gaseosas y de dulces. Los dulces, los refrescos y las bebidas azucaradas son muy perjudiciales para los dientes de los adultos y, sobre todo, de los niños. Por ello es importante, que tras la ingesta de este tipo de alimentos el niño se cepille los dientes.
  • Morderse las uñas. El hábito de morderse las uñas aumenta considerablemente el riesgo de padecer bruxismo, que a su vez desembocará en sensibilidad dental y dolor facial.
  • Descuidar las visitas al dentista. Ir al dentista cuando los niños ya tienen caries es algo que habría que evitar. Siempre es mejor prevenir cualquier problema bucodental acudiendo con regularidad al dentista de confianza.

7 vitaminas y minerales que tu niño necesita para tener una boca sana

Para que tu peque pueda disfrutar de una salud bucodental óptima, deberías asegurarte de que su dieta contenga los siguientes ingredientes:

Calcio
El calcio ayuda a endurecer el esmalte y fortalecer la mandíbula.
Qué comer: además de la leche, otras buenas fuentes de calcio incluyen el queso, yogurt, brócoli y salmón.

Vitamina D
La vitamina D ayuda a que el cuerpo absorba el calcio a la vez que aumenta la densidad mineral ósea.
Qué comer: el cuerpo produce vitamina D de manera natural al exponerse al sol, pero también hay comidas y bebidas fortificadas con vitamina D, como la leche, el jugo de naranja y los cereales.

Vitamina C
La vitamina C fortalece las encías y el tejido blando en la boca. Puede brindar protección contra la gingivitis y puede evitar que se le aflojen los dientes.
Qué comer: las frutas cítricas son ricas en vitamina C, pero también puedes encontrarla en la patata y en los vegetales de hoja.

Potasio
Al igual que la vitamina D, el potasio mejora la densidad mineral ósea. También trabaja con el magnesio para evitar que la sangre se torne demasiado ácida, lo que puede hacer filtrar el calcio de sus huesos y dientes.
Qué comer: plátanos, alubias, tomates, acelgas, patatas, batata, aguacate, ciruela pasa.

Fósforo
El fósforo se complementa con el calcio para fortalecer los huesos y los dientes.
Qué comer: se puede encontrar en las sardinas, el bacalao, el camarón, el atún y el salmón. Así como en la soja, las lentejas y la semilla de calabaza.

Vitamina K
Considere a esta vitamina como un escudo. Ayuda a inhibir las sustancias que rompen el hueso.
Qué comer: comer vegetales verdes, como col rizada, repollo y espinaca, puede ayudarle a aumentar los niveles de vitamina K.

Vitamina A
Esta vitamina ayuda a mantener las membranas mucosas saludables. Previene la boca seca y ayuda a la boca a cicatrizar rápidamente.
Qué comer: para lograr encías y dientes fuertes, es conveniente consumir mucho pescado, yema de huevo e hígado. También vegetales de hojas verdes, como la espinaca, col rizada y col berza, o frutas de color naranja, como naranjas, albaricoque, melón, calabaza, zanahoria y batata.

Ortodoncia interceptiva

Todos los padres buscamos lo mejor para nuestros hijos, especialmente cuando se trata de algo que les podría afectar cuando sean mayores. Muchos observamos cómo se desarrolla la cara y la dentición de nuestros peques y a veces, nos preguntamos si requerirá de un tratamiento de ortodoncia.

¿Pero qué es la ortodoncia interceptiva?

La ortodoncia interceptiva es el nombre que utilizamos los odontólogos para referirnos a la ortodoncia infantil. La llamamos así porque pretende “interceptar” el proceso de crecimiento de la estructura maxilofacial y adelantarse a los problemas de oclusión y mordida que el niño desarrollará cuando haya finalizado su fase de crecimiento.

Los profesionales aconsejamos comenzar los tratamientos de ortodoncia interceptiva cuando en la boca del niño ya han salidos los incisivos superiores e inferiores definitivos. Esto suele ocurrir en torno a los 7 años de edad en la mayoría de los casos.

Tipos de ortodoncia interceptiva

Dependiendo del problema que se quiera corregir, habrá que recurrir a uno de estos tratamientos:

  • Máscara de tracción extraoral: dispositivo que no provoca dolor y cuya misión es estimular el desarrollo del hueso maxilar o de la mandíbula, mediante una presión originada exteriormente en el mentón y en la frente del niño.
  • Disyuntor y expansor palatino: se utiliza para corregir problemas de paladar, cuando éste se está desarrollando de forma anormal.
  • Motion o Carriere appliance para correcciones sagitales severas.
Es importante señalar que un tratamiento temprano no se aplica a todos los problemas ortodóncicos; sin embargo, puede ayudar en ciertos casos. Dos condiciones que requieren una intervención temprana son las mordidas cruzadas y los dientes delanteros sobresaliendo o muy retruidos.Una mordida cruzada puede causar que las mandíbulas crezcan irregularmente. Unos dientes delanteros que sobresalen pueden ser fracturados o dañados en un accidente con relativa facilidad.

La ortodoncia con brackets tradicionales se aplica cuando el niño ya ha perdido todos sus dientes de leche, normalmente sobre los 12 o 13 años. Si se ha seguido correctamente el tratamiento previo de ortodoncia interceptiva, la ortodoncia con brackets necesaria, cuando tenga su dentición definitiva, será mucho menos compleja.

9 consejos para evitar la sensibilidad dental

La sensibilidad dental puede llegar a ser muy molesta para quien la padece, sobre todo para los más pequeños. Esta sensación sucede al tomar algo muy frío, caliente e incluso ácido, y puede alterar en gran medida la calidad de vida del que la sufre. Para prevenir los síntomas, toma nota de estos nueve consejos.

  1. Recomendamos cepillarse los dientes con un cepillo suave para prevenir la abrasión del esmalte y la retracción de encías.
  2. Hay que evitar en la medida de lo posible alimentos ácidos que pueden desgastar el esmalte del diente, como zumos de frutas, refrescos, aliños de ensaladas con vinagre, etc..
  3. Evitar los cambios bruscos de temperatura en las comidas y bebidas.
  4. Utilizar dentífricos y enjuagues bucales especialmente diseñados para ayudar a reducir la sensibilidad dental. Además de aliviar las molestias de los dientes, ayudan a reforzar el esmalte.
  5. Evaluar la posibilidad de aplicar un barniz de flúor para proteger la dentadura. Este método reduce la sensibilidad temporalmente, además de fortalecer los dientes.
  6. En el caso de la sensibilidad provocada por el bruxismo, el tratamiento más efectivo es utilizar una férula nocturna durante las horas de sueño que proteja los dientes del contacto.
  7. Evitar utilizar los dientes para abrir o cortar objetos, así como morder lápices, uñas, palillos, etc.
  8. En invierno hay que abrigar siempre bien la zona de la garganta, mantener la boca cerrada mientras paseamos o cubrirla con la bufanda para evitar que el aire frío contacte con los dientes.
  9. Si las molestias continúan y se acentúan, es importante acudir al dentista para descartar problemas más graves que puedan derivar en afecciones bucales severas.

Los 4 pasos para cuidar la salud bucal de tus hijos en invierno

Con la llegada del invierno, la salud bucodental de los pequeños se puede ver afectada debido a la caída brusca de la temperatura, a la sequedad ambiental, la ingesta de alimentos demasiado calientes y/o alimentos más calóricos, y muchos otros motivos.

Desde nuestra clínica queremos ofreceros una serie de recomendaciones para que su sonrisa se mantenga sana y fuerte durante los meses de más frío:
  • ¡Cuida su dieta! Cuando baja la temperatura y termómetro marca mínimos anuales, lo que más apetece son platos calientes de cuchara. Es muy importante que los alimentos no se tomen demasiado calientes puesto que la alta temperatura de los productos puede causar sensibilidad dental y dañar el esmalte. Otra recomendación relacionada con la dieta es no abusar de los dulces navideños si no queréis descubrir una caries en la próxima revisión.
  • Sequedad labial. El frío y el calor intenso, los cambios bruscos de temperatura y el aire acondicionado provocan sequedad en los labios. Lo que en un primer momento es un problema estético, puede convertirse en uno de salud si la sequedad va a más y los labios se agrietan, causando dolor al hablar, comer e incluso sonreír. Asegúrate de que tu hijo beba mucha agua para que se mantenga hidratado desde dentro, además de utilizar un bálsamo labial hidratante y/o reparador.
  • Sensibilidad dental. Es muy frecuente que los niños experimenten sensibilidad en los dientes debido al cambio de temperatura combinado con los alimentos muy calientes (sobre todo, líquidos como el té, el chocolate caliente…), y especialmente si tienen caries o gingivitis. Utilizar productos de higiene bucal específicos para este problema será de mucha ayuda. Si la sensibilidad dental es muy aguda y persiste en el tiempo, deberíais acudir al dentista, sobre todo si la sensibilidad se debe a otro problema dental.
  • Revisión dental semestral. Recomendamos realizar dos revisiones al año porque así el dentista puede detectar patologías leves que puede tratar y evitar que progresen. Además, en el caso de patologías graves, la detección precoz es fundamental para la salud del pequeño. Además de ganar salud, la prevención ahorra a los pacientes el gasto que supone el tener que someterse a tratamientos más complejos.

Cómo hacer el cepillado divertido: trucos y consejos

La mayoría de los padres tenemos que lidiar con las batallas de mejorar los hábitos de nuestros pequeños. Siempre hay tareas que se nos resisten más que otras (que coman más fruta, que se acuesten pronto, que se cepillen los dientes, etc.). En el artículo de hoy os traemos unos consejos para que, al menos, la tarea de lavarse los dientes sea mucho más sencilla.

¿Qué hacer para que tu niño/a adquiera el hábito de lavarse los dientes todos los días?

  • ¡Jugar a ser superhéroe! Es importante que tu hijo relacione el cepillado como un juego y no como una obligación. Todo niño tiene un superhéroe dentro. Ponle una capa o un accesorio que le hará sentir como un superhéroe que lucha contra los gérmenes enemigos mediante el cepillado y enjuague. Hazle saber que está luchando contra todos los gérmenes, que son muy listos y pequeños y que se esconden en los huecos de los dientes, y que llevar la capa y el cepillo les hace ser más poderosos para vencerlos. De esta forma, el peque acudirá solo al baño tras las comidas para cepillarse los dientes. 
  • Cepillado en familia. A los niños les encanta imitar lo que hacen los mayores y por eso os aconsejamos realizar el cepillado en familia. Os proponemos que organicéis horarios y que todos los miembros de la familia acudan al baño a la vez para lavarse los dientes. Podéis organizar concursos y premios a la dentadura más limpia, al que tenga la mejor técnica de cepillado, etc. Recordad que no os llevará más de 2 minutos.
  • Cuadro de recompensas. No hay nada que les guste más a los niños que recibir premios por su buen comportamiento. Darle a tu niño autoadhesivos o caritas felices por cada logro puede ser una manera positiva de recompensarlo y hacer del cepillado una actividad divertida. 
  • ¡Ponle música! Ya sabes que a los niños les encanta la música. Poniéndole su canción favorita durante el cepillado puede ayudarte a mantenerle motivado. Además, en Youtube puedes encontrar muchos vídeos educativos y entretenidos que harán que el cepillado sea una tarea fácil y divertida.

Si lo deseas, puedes resolver todas tus dudas solicitando una consulta en nuestra clínica, llamando al +34968201926 o enviándonos un email a info@dentalinfantil.es

¿Qué hábitos de higiene dental deben seguir los niños?

Una buena salud dental influye en el correcto funcionamiento de todo el organismo. Además, es una cuestión estética y de imagen personal. Por ello, resulta clave que los más pequeños adquieran unos correctos hábitos desde la infancia. Es necesario que interioricen por qué es importante y cuáles pueden ser las consecuencias de desatender el cuidado de su boca a corto y largo plazo.

Hábitos diarios imprescindibles para la salud dental

  • Cepillado diario. Ha de realizarse después de cada comida o, como mínimo, dos veces al día: antes de ir a dormir y después del desayuno. Los padres tenemos que ayudar a los niños hasta que sean capaces de cepillarse por sí solos. Y, aunque puedan hacerlo de manera independiente, es necesario estar presentes para supervisar el proceso. 
  • Gel dentífrico. Los profesionales recomendamos utilizar una pasta dental que contenga flúor (la cantidad variará en función de la edad) para fortalecer el esmalte y disminuir las probabilidades de desarrollar caries.
  • Hilo dental. El uso del hilo dental es una parte esencial del proceso de limpieza dental, ya que elimina la placa atrapada entre los dientes y en la línea de las encías, donde el cepillo no llega y donde, a menudo, comienza la enfermedad periodontal.
  • Azúcar. Es innegable que a los niños les encanta el azúcar. No obstante, no deben abusar de alimentos azucarados y han de relacionar la ingesta de estos alimentos con una buena limpieza dental posterior.
  • Odontólogo. La prevención en la salud es esencial. No basta con llevar a los niños al odontopediatra sólo en caso de haber desarrollado alguna patología, sino como mínimo un par de veces al año. Además, si los niños se familiarizan con el dentista desde pequeños, evitaremos la aparición de la odontofobia.
  • Jugar. Para que adquieran una buena rutina de higiene dental, casi sin darse cuenta, es bueno introducirla de una forma que sea divertida e interesante para ellos. Así, lo asociarán a algo positivo y no a una imposición. Utilizar juguetes, explicarles a través de un cuento por qué es importante la higiene bucal o escoger cepillos de colores divertidos son buenas maneras de conseguirlo.